Rodilleras ¿para pescar a mosca?
Las rodilleras de neopreno Seland son un accesorio muy útil para proteger las rodillas de golpes y rozaduras, especialmente cuando precisamos adoptar una postura agachada para evitar que los peces nos vean.
Origen del uso de rodilleras en la pesca a mosca
Los vadeadores antiguos estaban fabricados de neopreno. Con el paso de los años se inició la comercialización de los vadeadores transpirables, hechos de un material más cómodo y agradable de llevar. Pero al ser más finos, los pescadores empezamos a sufrir golpes y rozaduras en las rodillas que antes no notabamos con los antiguos vadeadores de neopreno.
Algunos pescadores sobre todo “ninferos” buscaron una solución usando rodilleras de Skate. Si bien evitaban los golpes, estas rodilleras de plástico resultaban incómodas, pesadas y tan ruidosas que asustaban a los peces.
Dispuestos a encontrar una solución definitiva, nos pusimos a trabajar con la marca Seland en el diseño de unas rodilleras silenciosas, ligeras y cómodas. El producto dirigido en un principio para la pesca de competición se convirtió en un accesorio muy valorado por muchos pescadores de ninfa deseosos de que sus rodillas no se resientan con la práctica de su afición.
Lo que inicialmente fue un producto para la pesca de competición, hoy en día se ha convertido en un accesorio que todo pescador de ninfa debe llevar para que sus rodillas no se resientan en ríos de aguas transparentes, estrechos, de poco caudal o de montaña.
Pero, ¿realmente es necesario ir agachado?
Las truchas tienen una visión de 360 grados y cuando miran hacia arriba lo hacen con un ángulo de aproximadamente 90º. Ven a través de una ventana circular sobre ellas, todo lo que está fuera de esta ventana hace de espejo y sólo ven el reflejo del lecho del río. Así pues, dependiendo de la profundidad a que se encuentre el trucha, la ventana será de mayor o menor diámetro.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el índice de refracción diferente entre el agua y el aire haga que el ángulo de visión de la trucha (zona azul de la imagen), que dentro del agua es de 90 grados, aumente hasta los 150 grados en la superficie.
Por esta razón resulta tan importante ir agachados (dentro de la zona roja) cuando nos acercamos a una corriente de aguas claras y bajas, especialmente cuando las truchas son salvajes y muy recelosas.
