En estos talleres se limitan el número de inscritos. Se trata de poder trabajar con grupos reducidos donde el instructor pueda corregir personalmente a cada participante.

El curso constaba de dos sesiones. La sesión matinal se inició con un repaso teórico para entender los fundamentos y la mecánica del lanzado a distancia.
Luego, se procedió a la práctica, donde una vez conocidos los principios básicos de la distancia de lanzado, se diagnosticaban errores en la técnica de cada uno de los pescadores.
Con estos datos, cada participante recibió instrucción personalizada y pautas de entrenamiento y mejora. Hubo tiempo incluso de realizar grabaciones de video que resultarían muy útiles para la sesión de la tarde.

Durante el receso del almuerzo, se pudo disfrutar de un apetitoso menú en un restaurante cercano, donde además de reponer fuerzas, todos aprovecharon para compartir experiencias.

Por la tarde, de vuelta al taller, se analizaron los videos grabados por la mañana y cada participante pudo observar sus errores e intentar corregirlos con la ayuda de Aitor.
Para acabar de forma distendida, hubo juegos didácticos de lanzado.
Un vez más, nos gustaría mostrar nuestro agradecimiento a Aitor Coterón por compartir sus conocimientos y deseamos contar nuevamente con su presencia en próximos clinics sobre el apasionante mundo de la pesca a mosca.





