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Cómo ven las truchas, cómo sacar provecho a tus moscas

Cuando empecé a pescar a ninfa, mi obsesión era imitar lo mejor posible las formas y movimientos de las ninfas reales. Pasaba mucho tiempo levantando piedras y cogiendo hierbas para observarlas mejor. Con el tiempo, se empezaron a comercializar ninfas con bolas de latón y posteriormente de tungsteno que al principio eran únicamente doradas.

Cómo ven las truchas, cómo sacar provecho a tus moscas

Reconozco que fui un poco escéptico, no entendía cómo podían picar a una ninfa que llamaba tanto la atención. Pero, con el tiempo, me di cuenta de lo importante que era que las truchas vieran la mosca. Precisamente debido a esa visibilidad, el pez mostrará curiosidad por saber si estaba ante alimento y, lógicamente, deberá comprobarlo con la boca.

Hoy disponemos de infinidad de colores y materiales con los que montar nuestras moscas. Por eso, aquí os dejo algunas ideas propias y algunos apuntes recuperados de lecturas y que deseo que os sean de gran utilidad.

Las moscas

Como ya hemos comentado, gracias a toda la gama de productos y materiales disponibles hoy en día para el montaje de moscas, tenemos la posibilidad de que nuestros montajes de moscas se parezcan a insectos reales o bien todo lo contrario.

¿Cuáles funcionan mejor? Para saberlo es importante entender cómo funciona el ojo de una trucha en uno u otro momento en función de la cantidad de luz reinante, en diferentes tipos de aguas, condiciones climáticas, a distintas profundidades y con diferentes tipos de fondo.

La percepción de los colores de nuestras moscas se ve alterada por el tipo de agua, que filtra selectivamente la luz y el color del fondo sobre el que ve la trucha. La mayoría de los organismos que sirven de alimento a las truchas presentan colores que les permiten pasar desapercibidos. Si empleamos una mosca de colores similares a los de un insecto real, dicha mosca puede pasar desapercibida, como sucede con los insectos naturales, que logran pasar cerca de la trucha sin ser detectados. Por eso un toque de color o movimiento, puede ayudar a que una trucha vea mejor nuestra mosca en medio de un grupo de insectos reales y la coja.

El ojo de la trucha

Hay diferentes estudios que explican cómo podrían ver los peces. Todos coinciden en señalar que el ojo de las truchas es uno de los más desarrollados entre los peces. Por eso hoy nos centraremos en ella.

Las truchas pueden ver perfectamente los colores, incluso son capaces de percibir longitudes de onda invisibles al ojo humano. La retina tiene dos tipos de células receptoras: los bastones y los conos. Estas células están conectadas directamente con nervios que envían las señales al cerebro. Los bastones son células capaces de detectar niveles mínimos de intensidad luminosa pero no son capaces de transmitir información sobre los colores. Por su parte, los conos son células sensitivas al color y funcionan, principalmente, durante las horas diurnas.

El ojo de la trucha se ajusta a los diferentes niveles de luz moviendo los conos y bastones. En horas de luz suficiente, los conos están en la superficie de la retina y los bastones se hallan retraídos para protegerlos de la luz intensa que puede dañarlos. Cuando la luz disminuye, los conos se retraen casi totalmente y los bastones avanzan permitiéndole a la trucha aprovechar la mínima luz presente, siendo los bastones unas cincuenta veces más sensibles que los conos a la luz.

El cambio de conos a bastones para una visión nocturna puede tardar varias horas y empieza cuando comienza a bajar la intensidad de la luz por la tarde. Cuando avanzan los bastones, la capacidad de ver colores de la trucha se ve muy disminuida debido a que los conos se retraen, si bien estos no se desactivan totalmente. Una vez que la trucha pasa a visión nocturna casi no distingue colores pero puede distinguir perfectamente siluetas y tamaño y es cuando tenemos que resaltar la silueta de la mosca sobre el cielo o fondo.

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Eso explicaría por qué muchas moscas dejan de ser efectivas por la tarde, simplemente porque las truchas pierden la capacidad de verlas y se vuelven efectivas moscas de alto contraste como las negras.

En definitiva, durante las horas de luz, tenemos que conocer qué colores la trucha puede ver mejor, de acuerdo al tipo de luz y agua. Y en horas de escasa luz, tendremos que buscar buena silueta y vibraciones en el agua. De este modo será más sencillo tener éxito en la pesca a mosca.

La luz

La luz que llega a nuestras moscas hundidas pasa por el agua, que actúa de filtro absorbiendo colores del espectro luminoso según el tipo de agua y los sedimentos presentes. El agua, al absorber colores, no dejará que nuestras moscas hundidas se vean como las vemos fuera del agua.

En aguas claras, por ejemplo, veremos que a los tres metros de profundidad la luz azul solo ha perdido un 2% de su intensidad, la verde un 10 %, la amarilla un 25 %, la naranja un 45 % y la roja un 90 %. En este sentido, una mosca roja a metro y medio de profundidad empieza a cambiar de color a naranja para volverse verde, marrón y negra a unos 9 metros, a pesar de estar en agua totalmente clara. Y es que, a cierta profundidad, en aguas claras la mayoría de los colores normales se vuelven totalmente oscuros y solo los fluorescentes siguen brillando con su color original.

El agua

Cuando la luz penetra bajo la superficie del agua, parte del espectro se absorbe y se transforma en calor. Según la turbidez, color del agua y profundidad, hay colores más visibles que otros.

La vista de la trucha a larga distancia es bastante pobre, es decir ve las cosas de manera borrosa, pero cuando está cerca de la mosca, el velo desaparece y la mosca puede cambiar súbitamente de color a ojos de la trucha asustándola. Por ejemplo, una mosca roja a poca profundidad e iluminada de cerca se verá roja, pero para una trucha que la está mirando desde lejos, a través de una masa de agua azul, la mosca puede ser violeta. Al acercarse rápidamente, a corta distancia el velo azul desaparece volviéndose la mosca roja de golpe ahuyentando a la trucha.

Por otro lado, el agua hace que moscas totalmente distintas de color, se vean del mismo color bajo el agua y su éxito radique en que se recorten claramente contra un fondo más o menos oscuro.

Distancia y profundidad

Una mosca será detectada fácilmente, si aprendemos a maximizar el contraste para que se vean mejor desde la distancia. Siempre tomando precauciones para que cuando estando cerca la trucha no se asuste.

En los casos en los que deseemos atraer truchas desde lejos, lo más eficaz será usar colores como el blanco que es uno de los colores más fáciles de ver a gran distancia, especialmente a cierta profundidad y sobre fondos oscuros.

Luego están los colores fluorescentes que llevan una sustancia que, recibiendo luz de una longitud de onda menor, la re-emite de inmediato como luz de longitud de onda mayor. Esto explicaría, por qué cuando lo iluminamos con luz ultravioleta (lámparas UV), el objeto devuelve una luz visible y brillante.

Además, los colores fosforescentes llevan una sustancia que continúa brillando por un corto espacio de tiempo al quitarles la luz. El brillo dura poco, a menos que reciban una gran cantidad de luz.

En aguas con poca visibilidad, la luz UV se dispersa rápidamente y los colores no fluorescentes mejor detectados son: el blanco, amarillo y naranja.

De los colores fluorescentes, los anaranjados y rojos se ven muy bien igualmente.

En aguas muy claras, los colores más visibles son los azules y amarillos, pero de la gama de colores flúor los más visibles son el verde y el blanco.

En aguas de claridad moderada son muy visibles los blancos, amarillos y anaranjados.

De la gama flúor, los verdes y anaranjados son los que mejor se ven.

Normalmente los fluorescentes, siempre se ven mejor que el resto de colores, debido a las características que antes hemos mencionado.

Mirando al cielo

Otro de los aspectos que habría que tener en cuenta es cómo ven las truchas los objetos que están en la superficie del agua.

Las truchas ven peor el color de un objeto en la superficie debido a que el índice de refracción de su córnea es casi exactamente a la del agua.

Además, los objetos en la superficie están a contraluz y aparecen como una silueta. Esto hace que sea difícil ver el color de una mosca seca.

En estos casos, las truchas responden, principalmente, a la silueta y a las marcas en la superficie, que no son otra cosa que la impresión de la mosca en la superficie causada por el peso de la mosca sobre la tensión superficial. Estas marcas concentran la luz, causando puntos brillantes que llaman la atención de las truchas.

Como conclusión, lo importante es entender cómo ve la trucha en diferentes condiciones de luz y agua. En base a ello podrás decidir qué mosca poner en el río y cómo hacer su montaje.

Nosotros, por supuesto, te invitamos a que pruebes nuevas cosas y veas qué funciona y qué no, teniendo en cuenta los aspectos que hemos mencionado.

Author: Fran Urruzuno